La vieja camiseta roja

Continuando con la celebración de nuestro primer aniversario, os presentamos un nuevo post, una historia vivida por otra de las componentes de Puerta 15

LA VIEJA CAMISETA ROJA

Esta es una historia sevillista, aunque en principio no lo parezca:

Soy aficionada a viajar a países lejanos lo cual hago desde hace unos años todos los veranos con un grupo de amigos. De esta forma he conocido lugares tan remotos como Indonesia, Guatemala, India o Tanzania.

En todos ellos he detectado algo en común: la enorme pasión por el futbol que hay en todo el Mundo: gente de la pobreza más absoluta que sin embargo lo que les preocupa es el resultado de un partido y la admiración y defensa de unos colores, casi siempre los de un equipo europeo ganador (léase Barcelona, Chelsea, Madrid, Livepool, Milan …..).

De España conocían poco pero eran capaces de nombrar jugadores como Raúl (antes) o Torres (ahora). Cuando vas por las ciudades de estos países, los chavalitos de la calle te suelen preguntar que de dónde eres y se contesta lo de siempre: España; entonces hablan entre ellos y te dicen ¿Barcelona? ¿Madrid?, y tú, como siempre, contestas muy orgullosa: SEVILLA FC (porque ¡claro! cuando te preguntan no es por la ciudad sino por un equipo); al oír esto siempre ponían cara de póker y tú le hablabas de tu equipo, de sus colores, jugadores etc., intentando hacer un poco de patria, pero con no demasiado éxito.



Hasta que hace tres años en una preciosa ciudad llamada Lalibela, del Norte de Etiopía, éramos seguidos por un grupo de niños mientras comprábamos en las tiendas y mercadillos.

Uno de estos chavales de enormes ojos brillantes y cara muy simpática que llevaba una vieja camiseta roja del Arsenal, me preguntó la consabida cuestión de siempre: ¿Madrid?,¿Barcelona?, a lo que, también como siempre, respondí: “SEVILLA FC, ¿lo conoces?”.

Mi sorpresa vino a continuación, el niño de ojos brillantes contesta con un "¡Oh yes!", se vuelve de espalda y leemos que en su camiseta pone REYES, se lo señala con el dedo y dice textualmente “REYES from SEVILLE. SEVILLE CAMPEÓN …..UEFA”. Ni que decir tiene que le gritamos de todo y nos pusimos muy contentos.

Le invité a comer y me siguió a lo largo de toda la dura jornada de turista. Me despedí de él en la puerta del hotel con la promesa de regalarle unos zapatos pues iba descalzo. A las 6 de la mañana del día siguiente nos íbamos en el autobús y allí estaba, acurrucado en un rincón de la verja esperando.

Siempre he pensado que pasó la noche allí al raso, me descalcé y le dí por la ventana mis botas de trekking. Nos despedimos con un gesto de la mano. Todavía recuerdo sus bonitos ojos brillantes.

Escribió: NoNa.