Esta es una historia muy personal, aunque, a la vez, inevitablemente colectiva.
Tras la memorable noche del jueves de Feria, en la que nuestro querido Antonio Puerta marcó un antes y un después en mi vivencia del sevillismo, la llegada de la ansiada primera final provocaba ya remolinos en el estómago.
Tras la memorable noche del jueves de Feria, en la que nuestro querido Antonio Puerta marcó un antes y un después en mi vivencia del sevillismo, la llegada de la ansiada primera final provocaba ya remolinos en el estómago.
Corría la tarde de aquel histórico 10 de mayo de 2006. Mi equipo aguardaba en Eindhoven otra noche mágica y en Sevilla los nervios afloraban. No sólo por el partido; en apenas tres días, me enfrentaba a un examen que cambiaría el rumbo de mi vida.
Al cuello la misma corbata, roja, sevillista, que llevaba la fantástica noche del partido contra el Schalke. Lo que pasó es ya conocido: 4 a 0, glorioso, y celebración en los alrededores de nuestra Fábrica de Sueños. Cánticos hasta perder la voz, abrazando a los amigos de toda la vida y a todos los congregados, alguna que otra copita…y a las 2 y pico la conciencia que afloraba y recordaba la cercanía del examen.
De aquella noche sublime de Eindhoven, a pesar de haber visto hasta la saciedad los goles de Luis Fabiano, Maresca y Kanouté, me quedé con una imagen: Javi Navarro, nuestro capitán, levantando la Copa…..Y no por los papelitos, las caras de alegría indescriptible, o el himno del Arrebato poniendo banda sonora a tal momento inolvidable (que también), sino por lo que conllevaba ese momento, por lo que significaba: era la culminación exitosa de un trabajo concienzudo, de años de lucha y sacrificio, de saber aunar esfuerzos para conseguir una meta común. Javi Navarro, nuestro líder, levantando la Copa.
Las gargantas desgañitadas de todos los sevillistas, la voz entrecortada de mi padre desde Eindhoven, el abrazo con mi madre, las lágrimas por los que lo vieron desde el tercer anillo. Javi Navarro, nuestro portavoz ante la gloria, levantando la Copa.
Ese momento épico fue la inspiración durante el resto de pruebas de aquel año. Claro que hubo esfuerzo, dedicación y apoyo de todos los que me quieren, como hubo en el Sevilla FC. Pero también hubo momentos de flaqueza. Visualizar ese momento, Javi Navarro, nuestro ejemplo de dedicación, levantando la Copa, fue la pauta a seguir en cada examen, el aliento en todas las pruebas a superar, una idea fija, una meta, y un claro convencimiento en que el esfuerzo y el apoyo del todo el que nos rodea es el más recto camino hacia el éxito.
Hoy, tres años después, ante el anuncio de la retirada de Don Francisco Javier Vicente Navarro, nuestro líder, mi inspiración, sólo puedo decir…gracias.
Alfonso Gentil Álvarez-Ossorio
19 de mayo de 2009
De aquella noche sublime de Eindhoven, a pesar de haber visto hasta la saciedad los goles de Luis Fabiano, Maresca y Kanouté, me quedé con una imagen: Javi Navarro, nuestro capitán, levantando la Copa…..Y no por los papelitos, las caras de alegría indescriptible, o el himno del Arrebato poniendo banda sonora a tal momento inolvidable (que también), sino por lo que conllevaba ese momento, por lo que significaba: era la culminación exitosa de un trabajo concienzudo, de años de lucha y sacrificio, de saber aunar esfuerzos para conseguir una meta común. Javi Navarro, nuestro líder, levantando la Copa.
Las gargantas desgañitadas de todos los sevillistas, la voz entrecortada de mi padre desde Eindhoven, el abrazo con mi madre, las lágrimas por los que lo vieron desde el tercer anillo. Javi Navarro, nuestro portavoz ante la gloria, levantando la Copa.
Ese momento épico fue la inspiración durante el resto de pruebas de aquel año. Claro que hubo esfuerzo, dedicación y apoyo de todos los que me quieren, como hubo en el Sevilla FC. Pero también hubo momentos de flaqueza. Visualizar ese momento, Javi Navarro, nuestro ejemplo de dedicación, levantando la Copa, fue la pauta a seguir en cada examen, el aliento en todas las pruebas a superar, una idea fija, una meta, y un claro convencimiento en que el esfuerzo y el apoyo del todo el que nos rodea es el más recto camino hacia el éxito.
Hoy, tres años después, ante el anuncio de la retirada de Don Francisco Javier Vicente Navarro, nuestro líder, mi inspiración, sólo puedo decir…gracias.
Alfonso Gentil Álvarez-Ossorio
19 de mayo de 2009
9 comentarios:
Es lo mejor que podemos decirle al gran capitán
Ni adios ni hasta luego.
Simplemente gracias
Un saludo
Estoy totalmente de acuerdo
¡¡¡¡ GRACIAS POR TODO !!!!!!
Cada un@ de nosotr@s recordaremos su trayectoria con y por circunstancias que, asociamos a etapas de nuestra vida y que, sin duda, harán más placenteros esos recuerdos
Hola Puerta 15, me presento, soy Chorly y he estado leyendo tu blog, el cual me parece muy bueno. Perdona que me presente aquí en medio.
Que sepas que tienes otro seguidor más.
Un abrazo.
Talibán,la imagen de este capitán será difícil de olvidar. Pero bueno, de momento dice que va a quedarse a vivir en Sevilla y ojalá se quede en el club.
andaluza sevillista qué suerte tuviste de ver al Gran Capitán en Glasgow y Madrid. Este sábado tenemos que rompernos las manos de aplaudirle.
Hola Chorly, bienvenido, gracias por pasarte por aqui. Me alegro que te guste el blog.
Acabo de ponerme en tu blog en la lista de seguidores.
Sevillismo que suma y sigue.
Saludos.
Vaya dos últimos posts buenos que te has marcado eh? Todo el mundo tiene un ejemplo a seguir, una inspiración. Y nadie mejor que Javi Navarro para hacer llegar esa otivación que a veces necesitamos todos.
¡Saludos!
Perdón, quise decir motivación jajaja
Gol Sur, agradezco tus palabras y me alegro que disfrutes con estas sevillistas lecturas, igual que yo hago cuando entro en tu blog, o en tantos otros dedicados a nuestro equipo.
En cuanto a Javi,aunque ya le he visto en televisión, estoy que todavía no me lo creo. Pero seguro que tendrá un sitio en el club y le seguiremos viendo.
No me cabe duda que Palop será un digno sucesor.
Saludos.
Publicar un comentario