sábado, 22 de mayo de 2010

Tiempo de Rocío. La Leyenda

Cuando el aire era más puro
y la marisma más verde


cuando al nacer la mañana
volaban patos silvestres

cuando el Coto de Doñana
era una alfombra celeste

y el cielo se reflejaba
en los lucios trasparentes.

Completamente redondo,
estaba el sol amarillo


que besaba el horizonte
bañándolo con su brillo


Las nubes, timidamente
se teñían de naranja

y se alargaban las sombras
de los pinos, verde y malva


Rompió el silencio de siglos
un ladrido en la Rocina


junto a un reseco acebuche
los perros se arremolinan

por el viejo tronco asoma
una cara tan divina


que el cazador, emocionao
cayó al suelo de rodillas

Quién hubiera sido tú
cazador de la marisma


para quedar sorprendío
y ser el primero en ver

a la Virgen del Rocío

(Coro de la Hdad. de Ntra. del Rocío de Triana)



1 comentario:

Les Corts dijo...

No soy rociero. Mis devociones empiezan por San Julián un Domingo de Ramos y terminan en la Plaza de los Carros el Jueves Santo.
Pero me encantaría hacer un año el camino andando de la mano de mi mujer, supongo que sería una especie de reencuentro con nosotros mismos.

Un saludo rojiblanco