Levantaba nuestro capitán la
Copa de S.M. El Rey el 23 de Junio de 2007, al vencer al
Getafe con un gol de
Frederik Kanouté en el minuto 10, en aquella final que tuvo como escenario el
Santiago Bernabéu y que llenó las calles de Madrid de sevillismo.
Aquel día tan feliz para todos, quizá nunca pensó quien lucía el dorsal número 2, que sería el último partido y que nunca más volvería a enfundarse la elástica sevillista ni pisar el césped del
Ramón Sánchez Pizjuán como jugador profesional.
Francisco Javier Vicente Navarro "Javi Navarro" ( Valencia, 6 de Febrero de 1974) llegó al
Sevilla FC en la temporada 2001-02 y formó pareja de defensas centrales junto con
Pablo Alfaro. Marcó 2 goles en la temporada 2002-03, uno en la 2003-04 y otro en la 2004-05.
En 2006 debutó como internacional absoluto
en la
Selección Española.Ya con anterioridad, en 1997, cuando militaba en el
Valencia, había sufrido una lesión de rodilla que a punto estuvo de obligarle a colgar las botas.
Pero se recuperó y cuando se encontraba cedido en el
Elche, a la secretaría técnica sevillista no le pasó desapercibida la gran temporada que realizó el jugador, y negoció con el
Valencia su carta de libertad.
Ha sido así que, con sus 1'82, el sevillismo ha podido verle defendiendo la meta sevillista a las órdenes de
Joaquín Caparrós y
Juande Ramos, en Liga y en Uefa, y sobre todo, llevar como pocos los galones de capitán.
Pero esta nueva lesión de rodilla fué un nuevo mazazo para el jugador. De todos es sabido el tesón y la disciplina espartana con que ha seguido todas las indicaciones de los especialistas, llegando incluso a pasar por quirófano, siempre con la esperanza de volver a jugar al fútbol.
Se daban plazos y de nuevo más plazos. Pero siempre sin prisas, sin fecha.
Cualquiera en su lugar se hubiese rendido, hubiese tirado la toalla. Pero Javi insistía, siempre pensaba que podría incorporarse al equipo a mitad de temporada, o a finales. Jugar algún partido en Nervión con sus compañeros, ante esa fiel aficción sevillista, la que animó en las finales de Eindhoven, Mónaco, Madrid, Glasgow, ciudades donde el capitán levantó los trofeos conseguidos por el equipo, que luego pasearon con orgullo por la ciudad.
También ahora, en este momento que sabemos de fuertes emociones,todos nos ponemos en pie para decirte, y desearte mucha suerte para el futuro
GRACIAS CAPITÁN !!
La tarde que por mayo viene entera, madurando los vientos y el sembrado, enrubiando trigales que se inclinan sobre suelos de panes presentidos. La tarde que por mayo viene y sabe que el calor es secreto de estos días, apretado calor que lleva dentro una voz de cosecha y esperanza… La tarde que por mayo viene alegre, con retoques de miedo y de ilusiones, la tarde que se fue, tan holandesa, tan sevillanamente convencida de volver con el lujo entre las manos, esa tarde que vimos siempre nuestra, aunque nos diera miedo confesarlo, esa tarde, por fin, tan blanquirroja, se decidió a escribir lo que soñaba. La gloria no ha llegado de mentira; la gloria no ha llegado medio hecha, travestida de falsos cacareos. La gloria se nos hizo sevillista con el peso que toda gloria tiene. “…Y si viene, que venga gigantesca, que venga como es, sin menoscabo; que venga como nunca aquí la vieron, que venga como sueña cualquier sueño”. Así, con esa voz, se lo pedía a la gloria que tanto se tardaba. Y vino, y vino toda desbordada, rebosada de clase y de alegría, conjunto de saber y de coraje, unión del pueblo con sus artesanos, comunión de alma y de la fuerza. ¡Cómo corrían, ángeles de blanco, sobre la yerba los del centenario! ¡Cómo gritaban, desde su delirio, miles de corazones sevillistas reclamando el pasado y el futuro! La clase, el señorío, la mesura. Si se supo esperar tantas esperas, supieron recibir el sueño tardo. Elegancia, alegría, desparpajo, y la gracia que baila o que improvisa, y la sangre sin freno y sin desmayo. Ahí estuvo el Sevilla, sin temerle a los vientos ingleses que venían. Una Copa de Europa aguarda cerca, y había que ganarla, como fuera. La tarde que por mayo se apagaba envuelta en noche azul de holanda fina, se hizo sevillana y blanquirroja, campeona y total, ancha, tan nuestra, que el mundo entero se quedó asombrado al sentir el acento sevillista pronunciar como nunca el alto sueño. Un sueño que era suyo, necesario. Y la gloria vistió la camiseta blanquirroja que lucen los valientes. Y el sur se hizo Sevilla en un suspiro, y Sevilla un equipo, una esperanza. La tarde, qué especial, y qué señora. Y Dios qué palangana y sonriente…
Fué este sábado, una jornada especial para el sevillismo. Se recibía al Mallorca, equipo donde milita acutalmente uno de los que ha ostentado los galones de capitán en la historia reciente del Sevilla, Pep Martí.
Hemos dado un gran paso para conseguir el objetivo trazado pero se antoja fundamental puntuar en el Reino de Navarra. Y sabemos que no será un partido fácil , con un adversario luchando por evitar el descenso a segunda división.
Levantaba nuestro capitán la Copa de S.M. El Rey el 23 de Junio de 2007, al vencer al Getafe con un gol de Frederik Kanouté en el minuto 10, en aquella final que tuvo como escenario el Santiago Bernabéu y que llenó las calles de Madrid de sevillismo.
En 2006 debutó como internacional absoluto
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